Operativo clamor para que Cristina presida el PJ
Granados fue el primero en lanzar su mensaje por redes sociales, a las 16:12. «Anhelo fervientemente que @CFKArgentina asuma la Presidencia del PJ Nacional, es una militante de toda la vida de la causa peronista y es la líder indiscutible y excluyente del Movimiento Nacional Justicialista a lo largo y ancho de toda la Argentina», tipeó en X.
Casi dos horas después, el senador mercedino publicó en Twitter: «Es momento de que una mujer, que militó toda su vida en el peronismo, presida por primera vez el Partido Justicialista». Di Tullio sumaría luego su pedido, argumentando que «es tiempo de la que demostró el mayor de los corajes», y agregó: «es tiempo de devolverle al pueblo la esperanza, ponerle luz al camino, recuperar la confianza en nuestras ideas y nuestra fuerza revolucionaria».
La intendenta de Quilmes, por su parte, consideró que la presidencia del PJ en manos de Cristina serviría «para ordenar lo desordenado y enderezar lo torcido».
LPO había informado que La Cámpora apostaba en las últimas semanas a una fórmula integrada por Sergio Uñac y Lucía Corpacci, ante las dificultades para imponer a de Pedro contra Ricardo Quintela, que contaba con el apoyo de los gobernadores peronistas en general y Axel Kicillof en particular. De hecho, se especulaba con la inminente reunión entre la ex Presidenta y el gobernador riojano pero, desde el entorno de Cristina, dijeron que «jamás se pidió» esa cita.
En cambio, sí reconocieron que hubo un encuentro entre «el Gitano» y el diputado Máximo Kirchner. «Eso salió mal», comentaron a LPO en el Congreso.
Como sea, Quintela juntaba avales y se preparaba para liderar el partido hasta este jueves, a pesar de que los trámites parecían realizarse con escasa mística. «Está todo medio desmotivado», reconoció una legisladora que lo militaba con fuerza ante la consulta por el clima interno del PJ.
Desde la agrupación La Patria es el Otro, el armado de Andrés «Cuervo» Larroque, sugirieron que la jugada de los senadores e intendentes cristinistas podía leerse como «una extorsión para seguir teniendo la lapicera».
Esa interpretación se apoya en que sería realmente novedoso que Cristina se interesara en presidir el PJ, recortando su representación como dirigenta sobre uno de los partidos que compusieron históricamente las alianzas electorales que la llevaron a la primera magistratura del país. «Ella siempre expresó al conjunto porque buscaba representar a una mayoría social», apuntaban en la bancada de Germán Martínez.
Por eso, una de las especulaciones de los rivales internos de La Cámpora es que lanzan el nombre de la ex Presidenta porque ninguno de sus cuadros talla lo suficiente. La movida sería similar a la que se implementó en diciembre de 2022, cuando Cristina dijo en su alegato contra la condena en la causa Vialidad que no sería «candidata a nada» y que no era «mascota del poder».
Sin su figura en la boleta, sus seguidores temieron en aquel momento la orfandad política y la postergación frente a sus adversarios al interior del traumático Frente de Todos. Ahora igual que entonces, podría tratarse del intento de aferrarse a Cristina ante la falta de peso como para disputarle la conducción a un gobernador, que para colmo goza del respaldo del mandatario provincial que desafía el liderazgo de ella desde que se negó a ser postulante presidencial en 2023.
Un diputado kirchnerista reconoció este martes, en el Salón de los Pasos Perdidos, que «no existe eso de que la pelea es entre Máximo y Axel pero con Cristina está todo bien porque, en realidad, la disputa es directamente entre Cristina y Axel, desde que Kicillof se negó a ser candidato presidencial».
Cerca de un gobernador explicaron a LPO que, frente a esta situación, correspondería que se convoque a internas y es probable que, si Cristina se presenta, los demás postulantes se bajen. Sin embargo, aclararon que «toda la jugada es porque Máximo va contra ‘el Gitano’ pero la pelea es entre Cristina y Axel».
Al cierre de esta nota, un puñado de legisladores peronistas lamentaban la estrategia y hasta sembraban la incógnita sobre el destino del sello UP. «No volvemos más», contestó un diputado sin techo a LPO.