Luego de la avanzada en Mendoza frustrada por el clamor popular, en el sur se replican las movilizaciones para frenar la iniciativa minera en Chubut. También hubo marchas en Neuquén y se prepara una en Bariloche. La intención de impulsar la actividad del gobierno nacional no encuentra eco en la sociedad
Cuando todo parecía indicar que la megaminería sería una realidad en Mendoza, el rechazo popular obligó al gobernador Rodolfo Suárez a dar marcha atrás con la iniciativa. Atentos a la avanzada que cuenta con el impulso del gobierno nacional, en la Patagonia también se alistan a manifestarse en contra.
El caso más directo es Chubut, donde el propio mandatario provincial Mariano Arcioni ha dejado entrever que es momento para dar el debate, cuando por ley provincial (ley 5001) está expresamente prohibida la megaminería. En este sentido, ayer a la noche comenzó una vigilia frente a la Legislatura en rechazo a esta iniciativa y que duró hasta casi el mediodía, impidiendo la salida de los diputados del recinto.
Pero también en Neuquén hubo una larga movilización contra la minería en los últimos días y ya se prepara una manifestación similar en Bariloche, por el temor del efecto rebote de este tipo de iniciativas en el resto de las provincias de la región.
Como antecedente cabe destacar que no sería la primera vez que la voluntad popular tuerce la decisión de un Ejecutivo. En Río Negro hay un ejemplo reciente, todavía fresco en la memoria colectiva. La intentona de instalar una central nuclear fue propuesta con bombos y platillos por el entonces presidente Mauricio Macri y abrazada por el otrora gobernador Alberto Weretilneck. Pero el rotundo rechazo de la población hizo no solo dar marcha atrás al mandatario provincial sino incluso terminar aprobando una ley de su propia autoría que prohibe proyectos similares en la provincia.