El Laboratorio de Mamíferos Marinos del CCT CENPAT-CONICET realizó el primer conteo aéreo  de la temporada. Las costumbres y el comportamiento de estos animales.

El primer vuelo se realizó la semana pasada y comprendió toda la franja costera entre la desembocadura del Río Chubut y el límite con Río Negro, en Puerto Lobos. El doctor Enrique Crespo, responsable del Laboratorio, confirmó a La17 que hasta el momento hay 301 animales, entre machos y hembras solitarias, hembras con crías y crías nuevas.

Crespo detalló: “Son 171 animales hembras o machos que vienen a reproducirse o a parir, cuatro individuos en un grupo de cópula y sesenta y tres pares de hembra cría. En total trescientas cinco que es más o menos lo que se da todos los años para esta época”.

“El año pasado fue récord. Esperábamos 500 nacimientos y hubo más de 700. En cambio en 2016 y 2017 hubo menos ballenas que las que esperábamos. Eso no significa nada. Hay cosas  que todavía no conocemos”, dijo.

“Hay años que vienen más y otros que vienen menos. Cuando hay más acá también se ven más en Australia, Sudafrica y Nueva Zelanda. Los otros tres stocks de ballena franca del hemisferio sur”, explicdó y agregó que “los años que hay menos también hay menos en esos países”.

En relación a las costumbres de las ballenas, sostuvo que “las hembras vienen a parir una vez cada tres o cuatro años. Hay casos que lo hacen cada dos pero eso es más raro, no son las mismas hembras las que vienen todos los años. Posiblemente los machos que vienen a copular si sean los mismos. Las hembras no: vienen a copular, al año siguiente a parir y después por un par de años no vienen. Se quedan en otras áreas”.

 Las Georgias y el talud

Crespo dontó que “con este dispositivo satelital vemos que una parte de las ballenas va alrededor de las islas Georgias a comer y otras van a la zona del talud porque es una zona que es muy rica en productividad primaria y secundaria”

“Hay una corriente que viene de la Antártida y viaja hacia el norte en ese borde y no solo mantiene las condiciones de agua subantártica, bien fría y con muchos nutrientes, sino que además se levantan las nutrientes del fondo. Ahí se forma una zona de alta productividad primaria y de peces donde también van a comer las ballenas”, señaló.