Desde hace unos años se viene llevando a cabo, en la provincia de Chubut, un interesante proyecto relacionado con la explotación del guanaco denominado “Guenguel”.

Las características de estos animales, la extraordinaria fineza de su pelaje y el modo en que es posible lograr una producción que no afecte la delicada ecología de la región.

Un grupo de patagónicos, dedicados durante años a la ganadería ovina, decidió enfrentar las condiciones adversas de un mercado internacional con precios cada vez más bajos para su materia prima, la lana. Aceptaron el desafío del cambio y nació así el “Proyecto Guenguel” que se basa en la idea de aprovechar al guanaco como alternativa de producción.

Es un proyecto de patagónicos “orgullosos de la belleza de nuestros paisajes y respetuosos de la fauna y vegetación autóctonas, y con el convencimiento que en el mundo actual serán importantes fuentes de recursos. Creemos que nadie mejor que un poblador patagónico para dar nacimiento a un proyecto que concrete lo antes expresado.”

“Guenguel”

Desde 1997 realizan la cría de guanacos en situación de semicautiverio, lo que permite la obtención de fibra y productos artesanales de lana hilada. Esta experiencia ha demostrado que los animales se adaptan fácilmente a la presencia del hombre sin violencia, se puede realizar la crianza con lactancia artificial con bajos índices de mortalidad y no se presentan problemas frente a la esquila.        La lana del guanaco se considera una “fibra preciosa” por su notable suavidad y su baja densidad, lo que la hace fresca en verano y abrigada en invierno. El establecimiento se encuentra ubicado en la localidad de Río Mayo, sus creadores dicen, “Tenemos la materia prima. Sepamos cuidarla y aprovechemos al máximo las ventajas que nos brinda, respetando al guanaco como lo hicieron los primitivos habitantes de nuestras tierras, los tehuelches. El mundo necesita fibras finas y la Patagonia tiene oculta una riqueza enorme que nos da la naturaleza: no la desaprovechemos.”