Colón perdió 1-0 con Junior por la Sudamericana

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El “Sabalero” se vino con las manos vacías de Barranquilla: cayó por la mínima con el “Tiburón” en un deslucido partido por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. La revancha será el 4 de octubre en Santa Fe.

El equipo anfitrión, dirigido por el colombo-uruguayo Julio Comesaña, se llevó los tres puntos gracias a una anotación del mediocampista Jarlan Barrera en el minuto 71 de un encuentro en el que la constante fue la ausencia de acciones ofensivas.

Aunque el cuadro visitante, orientado por Eduardo Domínguez, fue ordenado y disciplinado en la defensa, sus esfuerzos fueron en vano ante una acción aislada de los locales.

Ambos elencos definirán su suerte en el campeonato el 4 de octubre en el estadio Brigadier General Estanislao López de Santa Fe.

El vencedor se enfrentará con el ganador de la serie entre Defensa y Justicia y Banfield.

Somnífero

El temor de los equipos que visitan Barranquilla es ser presas del calor y la humedad de la ciudad colombiana. Una temperatura que adormece al más aquejado por el insomnio, que en esta ocasión fueron los 6.300 asistentes a un aburrido partido de fútbol.

En los primeros 45 minutos apenas un disparo del volante Sebastián Hernández dio emoción a un encuentro que por lo demás pareció una repetición de jugadas fallidas de ataque y de movimientos exitosos de repeler una ofensiva.

Hernández estrelló un balón en el palo derecho del uruguayo Leonardo Burián tras un desborde de Yony González. Fue el único intento parcialmente satisfactorio de los locales por provocar peligro en el área rival.

Los demás remedos de embestida se encontraron con un férreo bloque defensivo de los rojinegros.

El onceno de Domínguez supo impedir la asociación de los jugadores rojiblancos de buen pie. Desconectó a Hernández de González, de Luis Díaz y de Jarlan Barrera. El cuarteto de ataque de los locales a duras penas conectó una pared y no supo descifrar el camino hacia el gol.

Pero la labor de los sabaleros para mantener su arco en cero pareció esclavizante y, a largo plazo, arriesgada. Jugaron a no recibir una anotación y definir la llave en Santa Fe, una apuesta alta si se analiza la capacidad demostrada por los barranquilleros a lo largo del semestre: 17 tantos en 13 encuentros entre liga y Sudamericana.

Gana la casa

La bala de oxígeno que significan los 15 minutos de descanso no cambiaron el destino del choque. Junior siguió siendo esa marea que choca contra el mismo viejo y fuerte muelle.

Colón se mantuvo ordenado y disciplinado. Su delantero Nicolás Leguizamón se enclavó en los centrales tiburones a modo de pivote, más con el objetivo de mortificarlos que de convertirse en una amenaza real. Alan Ruiz replicó la labor de su compañero cuando lo sustituyó a falta de casi media hora para el final.

Lo que se avizoraba como un letargo de 90 minutos se vio interrumpido, en parte, con el ingreso de la estrella rojiblanca Teófilo Gutiérrez, cuya plaza de titular que se preveía indiscutible fue ocupada por Díaz.

Aunque no desestabilizó a los argentinos, el ingreso de “Teo” coincidió con la anotación de Barrera. El 10 aprovechó una serie de rebotes en el área de los santafecinos para embocar, con la punta del pie, el esférico en el arco de Burián.

El gol sostuvo el ritmo somnífero del encuentro: Junior manteniendo el balón, sin peligro, y Colón intentando, en vano, sacudirse del dominio inocuo de los rivales.

Solo un cabezazo de Ruiz a falta de diez minutos estrenó los guantes del arquero uruguayo Sebastián Viera y evidenció que en la apuesta de los argentinos, al menos por ahora, la casa ganó.

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