En una charla con la Nutricionista Licenciada Gabriela Sánchez – MP 0195, hablamos de “Alimentación Complementaria”.
Se trata de la transición del período de lactancia hasta los seis meses, edad donde se debe agregar alimento. La lactancia materna recomendamos que sea exclusiva hasta los seis meses. En el caso que surja algún inconveniente siempre recurrir a un profesional médico o nutricionista para decidir si es necesario el uso de mamadera.
Las características a introducir a partir de los seis meses, deben cumplir ciertos requisitos, uno es que debe ser oportuno, es decir introducido cuando la leche materna ya no satisface las necesidades del niño y se hace necesario el uso de alimento complementario. Que deben ser adecuados es decir tienen que proporcionar las proteínas, su energía, los nutrientes necesarios a la edad del niño.
Por otro lado aclarar que deben ser inocuos es decir manipulados con las condiciones de higiene necesarias, el niño con las manos y utensilios limpios, es importante remarcar la importancia de la higiene a la hora de preparar los alimentos a los niños.
Hay que estar atentos a las señales de apetito del niño porque fisiológicamente tiene capacidades de acuerdo a su edad para el tipo de alimento que puede consumir. Desde el nacimiento hasta los seis meses el niño tiene reflejo de búsqueda de succión y deglución por lo que se recomienda la lactancia materna.
A partir de los cuatro a siete meses se produce un aumento en la succión que tiene y aparecen movimientos laterales de la mandíbula, esto es lo que permite ya incorporar los alimentos continuando con la lactancia.
Desde los siete meses hasta los doce es cuando el niño comienza a chupar la cuchara, mordisquea y comienza movimientos laterales con la lengua, lo que permite que lleve los alimentos hacia los dientes. En esa etapa se continúa con la lactancia incorporando alimentos que pueda sostener con su mano, por ejemplo trozos de alimentos grandes.
Desde los doce meses hasta los veinticuatro ya aparecen los movimientos masticatorios rotatorios, hay una estabilidad en la mandíbula y el niño aprende a utilizar los cubiertos y allí ya se lo introduce en la alimentación familiar.
La bebida una vez que empieza a comer, lo mejor es el agua si es de la canilla se hierve y dejar enfriar guardando en algún envase de vidrio para ser utilizado por el niño. También pueden consumir jugos naturales de frutas que se pueden diluir con agua, habiendo sido colados previamente y sin agregado de azúcar.
A partir de los siete u ocho meses, los bebes necesitan realizar entre dos o tres comidas diarias más el pecho a demanda, allí se aumenta la variedad de alimentos, sumando la yema de huevo, carnes magras bien cocidas, yogurt de vainilla, palta o postres que se pueden preparar con leche materna o en caso de utilizar alguna fórmula con la leche que esté recibiendo el bebe.
Desde los nueve meses y hasta el año ya es propio realizar entre tres y cuatro comidas más la lactancia, allí pueden consumir todas las frutas frescas, lavadas, peladas. Verduras y cereales en preparaciones como budines y tortillas, sumando también tomate, remolachas, espinaca, huevo entero. Pueden hacerse guisitos con verduras, un poco de carne sin mucho condimento. La alimentación debe ser siempre lo más variada posible para que el niño no se canse ni se aburra.
Una recomendación: tratar de basar la alimentación en frutas y verduras, evitando pastas o fideos.
A partir del año de vida se incorpora al niño en la rutina alimentaria de la familia, una alimentación equilibrada a esta edad se consigue con la incorporación de los seis grupos alimentarios. Estos 6 grupos básicos son, 1.- Frutas y Verduras, 2.- Cereales y derivados como pastas, pan y legumbres, 3.- Leche, yogurt y queso, 4.- Carne y Huevos, 5.- Aceites, Semillas, Frutos Secos, 6.- Azúcares y Dulces.
Baby Led Weaning
Es la alimentación guiada por el niño, aquí se pasa por alto la introducción de papillas y puré, para ofrecer directamente alimentos en trozos, con la consistencia adecuada a cada edad.
Consiste en sentar al niño a la mesa, al mismo momento que el resto de la familia, después de los seis meses de edad, ofreciendo alimentos en bastones por ejemplo las verduras o florcitas de brócoli. El niño elige qué comer, esto ayuda a su desarrollo sicomotor, le genera autonomía.